Con el ritual de la imposición de las cenizas, en el que se nos recuerda que debemos convertirnos y creer en el Evangelio, todos los que componemos la iglesia local de Carmona, comenzamos una nueva Cuaresma, un periodo de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual. En este tiempo se llama a los fieles a guardar ayuno y penitencia, tal como lo hizo Jesús en el desierto.
Las Hermandades se afanan en crear hermosos altares efímeros para los cultos a sus Sagradas Imágenes Titulares que nos ayudan a vivir este tiempo propicio para la oración, el ayuno y la limosna.
En estos cuarenta días volverán los ensayos, las papeletas de sitio, la limpieza de enseres, el montaje de pasos… poco a poco todos los preparativos nos llevarán a inaugurar una nueva Semana Santa ese Domingo de Ramos que todos esperamos con ilusión.
En la primera semana de Cuaresma son cuatro las Hermandades que celebran sus cultos: Amargura, Angustias, Columna y Santo Entierro. A estas le seguirán las Hermandades de la Expiración y la Esperanza y en la tercera semana celebrará sus cultos la Hermandad de Nuestro Padre, cerrando los cultos cuaresmales la Hermandad de la Humildad.